Las
metas o dinámicas que se persiguen por medio de éste seminario taller Escuela de Padres, módulo de
comunicación y convivencia entre padres e hijos se exponen a continuación.
Según Velandia (2005) “El ser
humano es un ser síntesis del universo, evolutivo, dinámico, con
potencialidades para ser libre, autoconducido, lógico, creativo y práctico, que
valora, comunica y trasciende” Se busca que cada
miembro de la familia, asuma responsablemente su rol y sus procesos de
aprendizaje dentro del grupo familiar; la posición
del padre de familia cambia ya que deja de ser la única fuente de información y
se convierte en un activo participante de la comunidad de aprendizaje, pues
define un clima estimulante en el plano intelectual, que funciona como modelo
para la definición y solución de problemas; participa en el feedback y la ayuda necesaria a sus
hijos y ayuda a la autoconducción de sus aprendizajes. Mucho más que un cambio
de técnicas, ésta seminario taller exige un cambio de mentalidad en todos los
involucrados en la enseñanza.
La convivencia y la comunicación familiar, se desarrollan dentro de una dinámica grupal; la eficacia en la vida grupal proporcionalista depende de la capacidad del propio grupo familiar en gerenciar sus juegos triádicos internos. Cuando ese gerenciamiento falla o simplemente no se da, las tensiones se ponen inadministrables, el clima se agrava y surgen verdaderos “desequilibrios“. El grupo queda “patinando“ en su evolución y aparecen las más variadas transgresiones, conflictos estériles, perturbación del orden, que pueden tomar el rumbo de una escalada sin límites. Generando una buena dinámica grupal, se logran importantes aportes, que según Velandia (2005) son “El crecimiento personal y grupal que se logra gracias al cambio de concepciones como el egoísmo, la competencia, la violencia, la deshonestidad, la dependencia y el conformismo. Y se logra un establecimiento de relaciones a través del diálogo”.