Por problemas dentro del núcleo familiar, como la incomprensión, la falta de comunicación, el maltrato intra-familiar ya sea físico o sicológico, el rechazo, los padrastros, el abandono, la falta de recursos económicos, las dificultades escolares, la pobreza absoluta y el desamor, hacen que los hijos sientan que no son queridos en sus hogares y tengan la impresión de no ser escuchados o tomados en cuenta. Al vivir una etapa de crisis y al tratar de evadir los problemas, buscan salidas fáciles o formas de olvidarlos, por ejemplo por medio del aislamiento, el alcohol, las drogas; presentando depresión y aislamiento mental, lo que provoca bajo rendimiento o ausentismo escolar y mala comunicación familiar, lo cual termina deteriorando su salud física y mental.